El Christmas Tea tal como se lo conoce en los países anglosajones se transformó en una típica costumbre navideña, que se mantiene hasta hoy en día. En Inglaterra, la reina Victoria lo estableció como una tradición, ya que era el blend que ella tomaba en las fiestas. Originalmente, se trataba de una infusión a base de té negro con jengibre, canela y cáscara de naranja. Su combinación de ingredientes no era casual: las especias permitían reconfortar al cuerpo durante los fríos inviernos que azotaban al hemisferio norte en esa fecha. Además, el té por sus propiedades diuréticas ayudaba a eliminar las toxinas del organismo, facilitando la digestión luego de las opíparas comidas